Una cena colombo-francesa en las alturas de Bogotá
- Turismo Latam
- hace 14 minutos
- 3 Min. de lectura
En el norte de Bogotá, el Restaurante Galenos se consolida como uno de esos lugares a los que se va con propósito: a celebrar, a conversar sin prisa y, cada vez más, a probar propuestas que conectan a la ciudad con la escena gastronómica internacional. Su más reciente apuesta es una cena colombo-francesa a cuatro manos que une a dos cocinas muy distintas, pero con una idea en común: producto impecable y técnica cuidada.
Galenos, un clásico que mira hacia afuera
Con 14 años de historia, Galenos no es el restaurante de moda del mes, sino un clásico de la ciudad. Su propuesta se ha construido alrededor de tres pilares: cocina de autor con raíces locales, servicio atento y un ambiente pensado para momentos especiales.
En este contexto, las cenas colaborativas funcionan como una evolución natural: una forma de abrir la casa a chefs invitados y ofrecerle a los comensales experiencias puntuales que no se repiten igual dos veces.
Dos chefs, dos trayectorias, una misma mesa
Para esta cena a cuatro manos, la cocina se comparte entre:
Víctor Lanz, chef francés al frente de Sauvage, con trayectoria internacional y una línea clara: platos de alta elaboración, sabores precisos y presentaciones contemporáneas.
Andrés Robayo, chef ejecutivo de Galenos, que lidera una cocina donde la técnica francesa y europea se mezcla con ingredientes y guiños colombianos en propuestas sobrias, actuales y muy pensadas en el detalle.
El resultado no es un duelo de estilos, sino un menú conjunto en el que ambos cocineros cruzan referencias: Francia entra al plato desde la técnica; Colombia aparece en los productos, los aderezos y cierta forma relajada de entender la experiencia en mesa.

El menú en cinco pasos
La cena se organiza en formato de degustación, con un amuse bouche de bienvenida y cinco pasos definidos. Más que buscar el efecto sorpresa, el menú apuesta por sabores reconocibles trabajados con precisión.
Paso 1 – Empanadas de Boeuf Bourguignon
Empanadas rellenas de carne de morrillo braseada en reducción de vino tinto y aceite de trufa, servidas con ají de tocineta ahumada y champiñón. Para quien lo desee, el equipo termina el plato en mesa con trufa fresca rallada.

Paso 2 – Tartaleta de brie
Brie de cabra y miel de higos frescos sobre base crocante con finas hierbas. Un plato directo, que juega con contrastes de textura y un dulzor controlado.
Paso 3 – Tartare de atún tibio, hinojo y mantequilla avellanada
Filete de atún marinado en leche de tigre de ají lactofermentado, montado con mantequilla avellanada, maní tostado, hinojo, yacón y mango biche. Aquí se siente con claridad el puente entre Latinoamérica y la técnica europea.

Paso 4 – Gougère de pato y res
Lomo de res al término, acompañado de un gougère relleno de pato curado, gel de cebolla caramelizada, crocantes de papa y un fagot de espárragos al estragón. Es el paso más cercano a la idea clásica de “alta cocina francesa”, aunque con una lectura actual y menos solemne.

Paso 5 – Postre ¡R-IO-LÉ! Arroz con leche Sauvage
Versión moderna del arroz con leche colombiano: helado artesanal de queso con uvas pasas, espuma de arroz cremoso y vainilla, praliné y crumble de canela con pasas. Cierra en clave de comfort food trabajado con recursos de pastelería contemporánea.

Por qué vale la pena apuntarlo en la agenda
Para viajeros gastronómicos y foodies locales, esta cena a cuatro manos resume bien hacia dónde se mueve hoy la cocina bogotana: colaboraciones puntuales, uso de producto local con mirada global y restaurantes consolidados que se atreven a experimentar sin perder su esencia.
Galenos sigue siendo ese lugar al que se va a celebrar algo importante, pero también empieza a ser una dirección interesante para quienes quieren entender, en una sola noche, cómo dialogan hoy la tradición francesa y la cocina contemporánea colombiana en Bogotá.






